¿Cuándo es el momento adecuado para acudir al psicólogo?

Este artículo explora los momentos clave en los que acudir a un psicólogo puede marcar una diferencia significativa en la vida de una persona. Desde etapas de malestar emocional hasta dificultades en la crianza, se abordan las señales que indican que es hora de buscar ayuda profesional. Con un enfoque práctico y humano, y respaldado por la experiencia clínica y la investigación psicológica, ofrece ejemplos reales y técnicas efectivas para recuperar el bienestar emocional y fortalecer la salud mental.

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Lic. Arlenys Garcia

1/10/20253 min leer

a row of books on a shelf in a library
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Cuidar de nuestra salud mental es tan importante como cuidar de nuestro cuerpo, pero muchas veces dejamos pasar señales claras de que necesitamos apoyo. Vivimos en un mundo acelerado, lleno de exigencias y cambios constantes, donde es fácil normalizar el malestar emocional, el estrés o la sensación de soledad. Sin embargo, ignorar estos indicadores solo prolonga el sufrimiento y puede afectar otras áreas de nuestra vida. Buscar acompañamiento psicológico no es un signo de debilidad, sino un acto de valentía y responsabilidad personal. En este artículo, exploraremos las situaciones más comunes en las que acudir a terapia puede marcar la diferencia, con ejemplos reales y herramientas validadas por la psicología para dar el primer paso hacia el bienestar.

¿Cuándo es el momento de ir al psicólogo?

Acudir a terapia no es un signo de debilidad, sino un acto de autocuidado. Como explica el Dr. Carl Rogers, pionero de la psicología humanista, “el curioso paradoja es que cuando me acepto tal como soy, puedo cambiar”. Reconocer que necesitamos ayuda es el primer paso para lograr ese cambio.

A continuación, revisamos algunas señales que indican que podría ser el momento de buscar apoyo profesional, con ejemplos y estrategias que han demostrado ser efectivas.

1. Llevas una temporada pasándolo mal

No se trata de un mal día o una semana difícil, sino de un estado prolongado de tristeza, apatía o ansiedad. Por ejemplo, una persona que antes disfrutaba salir con amigos, pero que lleva meses rechazando invitaciones y sintiéndose agotada sin motivo aparente.
Técnica útil: El uso de un diario emocional puede ayudar a identificar patrones y detonar la conversación en terapia.

2. Alguna faceta de tu vida se ha deteriorado

Puede ser el rendimiento laboral, las relaciones de pareja o la salud física. Según Aaron T. Beck, fundador de la terapia cognitivo-conductual (TCC), los problemas emocionales suelen manifestarse en más de un área de nuestra vida.
Ejemplo: Un padre que, debido al estrés laboral, empieza a perder la paciencia con sus hijos y su relación con ellos se ve afectada.

3. Estás preocupado por tu salud

Las preocupaciones constantes por síntomas físicos, aun después de recibir diagnóstico médico favorable, pueden ser señales de ansiedad.
Técnica útil: El mindfulness y la respiración diafragmática ayudan a calmar la mente y reconectar con el presente.

4. Tienes pensamientos negativos

Estos pueden ser autocríticos (“no sirvo para nada”), pesimistas (“todo va a salir mal”) o incluso pensamientos intrusivos. La TCC ofrece herramientas para identificar y sustituir estos pensamientos por otros más realistas y útiles.

5. Tienes algún hábito desagradable

Puede ser fumar, comer en exceso o procrastinar. Muchas veces, estos hábitos funcionan como estrategias de afrontamiento poco saludables. En terapia, se trabajan técnicas como el reemplazo conductual y la exposición gradual para cambiar estos patrones.

6. Te sientes solo

La soledad prolongada, incluso estando rodeado de personas, puede ser un signo de desconexión emocional. Un ejemplo claro es la persona que convive diariamente con colegas, pero no siente que pueda compartir lo que realmente le preocupa.
Técnica útil: El entrenamiento en habilidades sociales y la terapia de grupo pueden ayudar a recuperar el sentido de pertenencia.

7. Hay aspectos de la crianza de tus hijos que te cuesta gestionar

Educar no viene con manual, y pedir apoyo es un acto de responsabilidad. Puede tratarse de poner límites, manejar rabietas o lidiar con la adolescencia. La psicóloga Diana Baumrind, con su teoría de los estilos parentales, ha demostrado que el estilo democrático (equilibrio entre afecto y normas claras) es el más beneficioso para el desarrollo infantil.

En conclusión….

Ir al psicólogo no significa que “algo esté roto” en ti, sino que estás decidido a cuidar tu salud mental y emocional con la misma importancia que cuidas tu salud física. Reconocer las señales es el primer paso; el segundo es permitirte recibir la ayuda que puede devolverte equilibrio, claridad y bienestar.

Lic. Arlenys Garcia